Capitulo Uno

Llegue temprano a la oficina. Pero estoy dormido.
Anoche me quede jugando a la play con el cabezón y Gustavator.
Estoy dormido.
Intente sacar algo en la guitarra. Pero por momentos me parece que las cuerdas de la maldita tienen vida propia. Que se mueven y se alejan o se acercan entre ellas después o antes de que mis dedos intenten tocarlas. Lo de siempre. Un fracaso para cualquier cosa que no sean los video juegos.
- ¿Viste el partido? Me pregunta Ariel.
- No seas boludo polaco. Sabes que no me gusta el fútbol.
- Sos puto.
- A vos no te alcanza el sueldo para pagar mis servicios entonces .

Y se caga de risa. Todos se cagan de risa cuando salto con algo nuevo. A mi ya no me causa gracia pero lo hago igual. Nada que hacer.

Me siento frente a la compu logueo y se abre el buscaminas automáticamente (yo lo programe asi) pero lo cierro, ni ganas de superar el record tengo. Es grabe lo mio.

- Atende el teléfono loco. ¿No escuchas el teléfono?

Al teléfono lo escucho. Pero la voz de mis compañeros es siempre la misma. Como de lejos. Como si no están ahí. Es como música de fondo cuando uno esta esperando a que el dentista te atienda. Suena y no suena. La escuchas si queres y si no, no importa un carajo.
Igualmente el cuerpo se mueve solo. Cosa que seria digna de charlar con un filosofo. ¿Puede mi cuerpo moverse independientemente de lo que haga mi alma?. Dije filósofos…Teólogos abstenerse.
Resulta que mi cuerpo se mueve solo y atendió el teléfono.

- Mesa de entradas. Buenos Dias. Habla Alejandro.

Y me doy cuenta de que yo también sueno como si fuese música de consultorio.
Nada que hacer. Resulta que soy Humano también. Nada que hacer.

- A. sos vos – después de una pausa. Que se me antojo de horas. - ¿Me buscas un expediente?

La vos de Noelia es inconfundible. La podría describir de muchas maneras. Pero lo mas fiel seria decir que es una cachetada. Si. Una cachetada.

- Buen Dia. A mi también me gusta oírte tan alegre. ¿Qué tal tu fin de semana?
- Eso es cosa mia. ¿me buscas el expediente que para eso te pagan un sueldo?

Busque el expediente con una sonrisa en la cara. No siempre le contesta a uno su propia alma desde el otro lado de la línea telefónica.
Busque el expediente y le sonreí al polaco que me miro extrañado.

Tal vez pueda volver a causarme gracia cuando salga con algo nuevo.
Tal vez.